martes, 1 de julio de 2014

¿Qué es la Fibromialgia?

Para entender la Fibromialgia primero hemos de entender como funciona el sistema del dolor y quién lo controla.
¿Ha intentado usted adelgazar alguna vez? ¿Le ha costado?¿Por qué la mayoría de la gente no puede adelgazar a su antojo? Lo primero que hemos de aceptar de una vez por todas es que la mayor parte de los procesos psíquicos y físicos no los controlamos voluntariamente.
Está demostrado científicamente que nosotros conscientemente podemos llegar a manejar 50 bits/seg, mientras nuestro inconsciente, ese que gobierna prácticamente toda nuestra vida es capaz de manejar 11.000.000 millones de bits/seg, ahí es nada... Los últimos estudios empiezan a demostrar que el libre albedrío del hombre es una ilusión.
El dolor es un mecanismo adaptativo, ancestral, que nos ha ayudado a llegar hasta aquí a lo largo de millones de años de evolución. Supongamos que un antecesor nuestro, el Homo habilis por ejemplo, se rompe un brazo. Si esa fractura no le duele y sigue haciendo su vida normal se podrían provocar unas lesiones mucho más graves que le llevarían incluso a la muerte. En cambio si esa rotura le duele cada vez que hace un gesto con el brazo no lo va mover, va a tener el brazo quieto y esa fractura irá soldando. Sin dolor no estaríamos aquí, el dolor es adaptativo.

¿Quién controla el dolor? Nuestro cerebro, nuestro inconsciente. Hay que dejar claro que TODOS los dolores son psicológicos, o neurológicos o psiconeurológicos. Se le llame como se le llame ha de quedar claro que el responsable último del control del dolor es el cerebro, haya o no haya lesión o tejido dañado. La sustancia P, nociceptores, Prostaglandinas, Fibras C, giro cingular… todos los correlatos fisiológicos del dolor son consecuencia de la valoración del cerebro, del inconsciente, sobre la que no tenemos ningún tipo de control porque la evolución no dejó a nuestra elección ese tipo de mecanismos, automáticamente se activa cuando interpreta una situación como peligrosa, y digo interpretar porque el no está en contacto directo con la realidad, él interpreta la información sensorial que le llega para dar así un sentido a nuestro mundo.
El dolor es una percepción más al igual que la vista o el oído. Al cerebro no llegan sonidos, llegan ondas sonoras y el cerebro se encarga de darles sentido.
¿Qué tipo de adaptación hay en el dolor fibromiálgico? ¿Podría ser que el sistema del dolor estuviera funcionando mal? La misión principal de nuestro cerebro es que sobrevivamos, y el sistema del dolor es uno de sus pilares, sistema sofisticado y ampliamente probado a lo largo de millones de años ¿Se va a trastocar de la noche a la mañana?
Yo me inclino más por pensar que está funcionando perfectamente y que el problema es que hace una interpretación de peligro que le lleva a mandar dolor. El cerebro manda dolor en base a una evaluación que hace sobre la información que le llega.
Cuando hay una quemadura por ejemplo en una pierna, le llega información de que algo va mal en el tejido de la zona quemada y él la interpreta como peligrosa, manda dolor para indicarte que algo va mal, pero los tejidos quemados no duelen, es la interpretación de la información de los nociceptores que llegan al cerebro la que hace que éste mande dolor. Ahora bien, nuestro cerebro hace interpretaciones no sólo basadas en información física, él puede interpretar que estamos en situación de peligro sin que haya tejido dañado.

En el fibromiálgico el cerebro no se basa en información de tejido dañado para mandar dolor, no hay una primera señal física que informe de que algo va mal porque no hay ningún tejido dañado. Esa es la razón por la cuál los analgésicos tienen un efecto muy limitado en la Fibromialgia.
Un analgésico actúa atenuando la señal de que algo va mal que le llega del tejido dañado, no actúa sobre el tejido dañado en sí. Al tomarlo se atenúa la señal del tejido dañado y el cerebro lo interpreta como una disminución del daño y manda menos o deja de mandar dolor. A medida que se pase el efecto del analgésico comenzará a llegar señal de nuevo y nuestro cerebro interpretará que algo va mal y mandará dolor de nuevo. En la Fibromialgia ese dolor no está basado en una señal de tejido dañado, es la consecuencia de la valoración digamos "ambiental", no hay señal física que atenuar, el dolor podrá pasar de nivel 9 a 7 o 6, pero no tendrá el efecto que tiene cuando está basado en una señal de tejido dañado, ha hecho su evaluación basándose en otro tipo de señal que el analgésico no atenúa.

Un patrón que se repite mucho en la fibromialgia es el caso en que tras un suceso traumático como puede ser un accidente de coche, un parto... en los que hay dolor, la paciente se va recuperando físicamente pero los dolores ya no desaparecen.
Son pacientes que ya antes de ese episodio viven el mundo como algo muy peligroso, viven con angustia y miedos, y es ese suceso a partir del cual su inconsciente interpreta peligro y comienza a mandar dolor, es el desencadenante. Pero porque él no está en contacto directo con la realidad, no razona, interpreta lo que le llega y trata de proteger. Situaciones límite muy angustiosas como pueden ser la muerte de un ser querido, un accidente, malos tratos… son situaciones que pueden llevar al cerebro a interpretar peligro y que por lo tanto hay que proteger.

Algo primordial es validar el dolor de las pacientes. En nuestra cultura el mal denominado dolor psicológico es igual a dolor de segunda categoría y no es así. El mecanismo y el controlador son los mismos haya o no haya tejido dañado. Si la evaluación que hace ese controlador es de peligro el dolor puede llegar a ser tan intenso como cuando hay tejido dañado, aunque aparentemente no haya justificación física a tal dolor.
Es más, el dolor fibromiálgico es peor, por el dolor en sí y por la falta de compresión del entorno; tanto médicos, como familiares y conocidos no suelen entender este dolor. Incomprensión absoluta que lleva a la desesperación.

Éste antiquísimo sistema del dolor, nos ha acompañado durante toda nuestra evolución, y ahí es donde hemos de encuadrar el dolor fibromiálgico ¿Por qué esa interpretación de dolor que da como resultado el dolor generalizado, conocido clínicamente como Fibromialgia, que no es más que una amalgama de dolores, un descarte de otras entidades diagnósticas, se da más en mujeres que en hombres? Porque el cerebro femenino, filogenéticamente hablando, está menos acostumbrado a manejar situaciones estresantes. A lo largo de la evolución la misión de la mujer no era cazar, ni enfrentarse a tribus rivales o pelearse con los machos de la propia manada. Cuidaba de la prole pero no afrontaba tantas situaciones estresantes como el hombre.
Si tomamos como referencia el tiempo evolutivo, el cerebro de la mujer hace un par de minutos que ha tomado un papel más activo, su cerebro tolera peor esas situaciones, y es más fácil que reaccione evaluando situaciones como peligrosas para la integridad de la persona y mande dolor para proteger. Lo único que quiere es que sobreviva, le está diciendo: ¡Estate quieta! ¡Hay peligro!

 La clave está en lo que el cerebro interpreta, porque hay mujeres que viven situaciones muy estresantes pero no las viven tan angustiosamente, las afrontan. Es la vivencia angustiosa es la que le lleva al cerebro a interpretar peligro y a mandar dolor para proteger.

 ¿Cómo acabar con esos dolores? La solución pasa por aprender a manejarse en un mundo de peligros, por enseñar a esas mujeres a afrontar las vicisitudes de la vida. Todas las pacientes fibromiálgicas que he visto o vienen de vidas muy difíciles y complicadas, o han sufrido traumas importantes físicos o emocionales, o viven con muchos miedos porque carecen de herramientas para desenvolverse en la vida. Hemos de cambiar esa visión del mundo, hemos de darles herramientas para manejarse mejor ante situaciones adversas, hemos de conseguir que esa angustia disminuya para que la interpretación del cerebro no sea de peligro. Pero no vale con contarles todo ésto, porque el inconsciene no razona, ha de sentir que no hay peligro, mientras haya miedos y angustias él seguirá interpretando peligro y mandando dolor, quiere que sobrevivamos.






























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